MANÍA EN EL PACIENTE HOSPITALIZADO:
La manía
corresponde a una elevación anómala del estado anímico. Es un tipo de
trastornos del ánimo, y es una de las fases del trastorno afectivo bipolar
(TAB). Puede ser secundario a enfermedades médicas y a sustancias, y recibe el
nombre de trastorno del estado de ánimo con características maníacas,
secundario a enfermedad medica o sustancias, según el DSM-IV.
Un episodio maníaco se caracteriza por una alteración del humor del paciente, y la
presencia de algunos de los siguientes síntomas: humor elevado (eufórico,
irritable, lábil), aumento de actividad motora, desinhibición o impulsividad
(presentando conductas de riesgo o agresividad), aceleración del pensamiento
(fuga de ideas), dificultas para concentrarse, logorrea, megalomanía (ideas de
grandeza), o disminución de la necesidad de dormir sin presencia de fatiga.
MANÍA PRIMARIA Y SECUNDARIA:
Al evaluar
un paciente con manía, siempre se debe tener en cuenta la posibilidad de un
TAB, dada su gran prevalencia en la población general. El diagnostico de manía
secundaria se da, cuando se identifica claramente una causa medica, fármaco u
otra sustancia que cause los síntomas maníacos. La presencia de delirium,
descarta el diagnostico de manía secundaria!
El curso de
TAB (manía primaria) es crónico y recurrente; mientras que la manía secundaria
se caracteriza por inicio súbito, generalmente con relación temporal con el
agente causal, y con el tratamiento y corrección de este agente, llevando a una
resolución completa de los síntomas. Siempre es importante interrogar bien al
paciente y a su familia sobre la existencia de episodios depresivos,
hipomaníacos, y maníacos previos, así como antecedentes familiares de
trastornos del estado de ánimo.
Los dos tipos de manía cursan con
alteraciones cognoscitivas, aunque en la secundaria suele ser más severa. El
TAB suele iniciar después de los 50 años, por lo tanto, un episodio de manía
después de esta edad, nos debería hacer pensar en esta patología.
Etiología
La etiología
de la manía secundaria es heterogénea, puesto que diversas enfermedades (TCE,
tumores de SNC, infecciones o enfermedades degenerativas), medicamentos y
sustancias pueden contribuir a su fisiopatología; donde las dos ultimas, suelen
tener una recuperación rápida del cuadro.
Tratamiento
La manía es
una urgencia médica, pues hay alto riesgo de agresión, conductas de riesgo y
abandono de tratamientos médicos. El paciente con manía tiene el juicio y la
introspección alterados, y casi siempre requieren de hospitalización. No esta
muy establecido el tratamiento para esta patología. Sin embargo, generalmente
el paciente con enfermedad médica y manía, tanto primaria como secundaria, se
trata siguiendo las guías del tratamiento para TAB, teniendo en cuenta los
ajustes según la morbilidad del paciente.
Los
objetivos generales del tratamiento son:
- Corregir la causa o factores desencadenantes cuando es posible (mas en manía secundaria).
- Proteger al paciente y a los que lo rodean.
- Tratar síntomas psicóticos cuando estén presentes.
- Prevenir el ciclado y presencia de nuevos episodios (manía primaria).
- Tratar síntomas subsindromaticos.
- Tratar comorbilidades y síntomas cognoscitivos.
- Educar al paciente y familia acerca de la enfermedad y su tratamiento (mas en manía primaria).
- Buscar la recuperación completa del episodio, con recuperación del nivel de funcionamiento.
En
el manejo farmacológico del paciente con manía se utilizan 3 tipos de fármacos:
estabilizadores del estado de animo (carbonato de litio, ácido valproico y
carbamazepina), anti psicóticos (se prefieren los atípicos por mayor seguridad
y eficacia. Quetiapina, risperidona, olanzapina, ziprasidona y aripipeazol), y
benzodiacepinas (lorazepam y clonazepam). En la manía secundaria se prefieren
los anti psicóticos y benzodiacepinas.
CONCLUSIÓN:
- La presentación de síntomas mentales en un paciente hospitalizado, como psicosis y manía, son una urgencia medica, asociada con alta morbi-mortalidad.
- La mayoría de trastornos mentales, incluyendo la esquizofrenia y el TAB, aumenta la tasa de comorbilidad médica, un peor curso y pronostico de estas.
- El tratamiento de síntomas psicóticos y maníacos en el paciente hospitalizado debe seguir las mismas guías para el tratamiento de trastornos mentales primarios, haciendo énfasis en utilizar la dosis mínima efectiva y teniendo en cuenta las comorbilidades medica, riesgo de interacción medicamentosa, y efectos secundarios para cada paciente, que pueda empeorar la enfermedad de base.
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