LAS
VIVENCIAS DE LOS EPISODIOS PSICOTICOS.
Como
todos sabemos, las enfermedades mentales han ido aumentando su prevalencia en
la población en general. Es por esto, que debemos conocer y educarnos en cada
una de estas patologías, ya que es nuestra responsabilidad como médicos generales
en atención primaria, por lo menos identificarlos precozmente; para que así, no
causen un deterioro significativo en la salud tanto mental, como clínica de los
pacientes. De esta manera, se podrá lograr una atención integral de salud.
Una
de las patologías psiquiátricas más relevante y con prevalencia en ascenso, es
la psicosis. Este trastorno se define como un síndrome en el que se produce un
cambio radical en la personalidad, asociado a una distorsión o disminución del
sentido o juicio de la realidad, siendo la persona incapaz de distinguir entre
lo real y lo fantástico. Estos pacientes suelen comportarse de manera
desorganizada, confusa y se caracterizan por presentar ideas delirantes, alucinaciones,
lenguaje desorganizado e incoherente, y conductas desorganizadas, inapropiadas,
o catatonia.
Según el
DSM-IV, se puede clasificar en esquizofrenia u otros trastornos psicóticos (primario),
y por enfermedad médica o inducido por sustancias (secundario). El primario, tiene una prevalencia del 1 a 2% de
la población general. Los pacientes con esquizofrenia tienen peores hábitos de
salud, como sedentarismo, mala nutrición, y mayores tasas de uso de sustancias
como tabaco, alcohol o sustancias psicoactivas. Mientras que el secundario, se
debe cuestionar cuando coexisten estas dos patologías en preexistencia o
exacerbación de un trastorno psicótico primario, delirium o demencia, trastorno
psicótico debido a condición médica, y uso o abstinencia de sustancias. Es muy
importante poder diferenciar si el trastorno es primario o secundario, pues de
esto dependerá el tratamiento.
El delirium
y la demencia son las patologías que más frecuentemente causan síntomas
psicóticos (25 a 40%), al igual que las enfermedades cerebrales con afectación
subcortical o del lóbulo temporal.
Por lo que
he podido experimentar, estos pacientes a veces son de difícil evaluación, por
lo tanto siempre hay que realizar HC completa, incluyendo antecedentes
personales y familiares, EF, paraclínicos y recursos imagenológicos apropiados,
con el fin de esclarecer la causa del trastorno psicótico. Cuando no está clara
la presencia de psicosis, se debe evaluar y manejar como delirium.
El tratamiento,
aunque como médicos generales no es tan necesario saberlo, será dirigido a
conservar la integridad del paciente, acompañantes y personal de salud, dando
mucho apoyo y realizando la psicoeducación adecuada. Esto último es muy
importante, puesto que la experiencia del paciente acerca de sus síntomas
psicóticos puede ser atemorizante, más que todo si aparecen por primera vez. Se
utilizan los antipsicóticos como fármacos de primera línea. Entre ellos, el
haloperidol es el antipsicótico preferido, pues provoca menos efectos
anticolinérgicos, antihistamínicos, efectos sobre la función respiratoria y se
puede administrar por vía parenteral. Y en los casos que se quiera un efecto
sedante adicional, se puede usar quetiapina u olanzapina como fármacos de
primera línea.
Ocasionalmente,
se pueden utilizar benzodiacepinas para controlar pacientes con agitación
severa, pero se debe usar con precaución por la gran incidencia de efectos
paradójicos como irritabilidad, agresividad, empeoramiento de psicosis, etc. Finalmente,
el tratamiento de la psicosis secundaria va encaminado hacia la corrección de
la enfermedad de base.
En la práctica
clínica, y el paso por la rotación de psiquiatría, tuve la fortuna de
encontrarme con dos pacientes que presentaron trastornos que cursan con
psicosis. Ellas me ayudaron relacionar la parte teórica que les acabo de
explicar, con la vivencia de esta patología.
Una de ellas
padecía esquizofrenia. Aunque no tuve la oportunidad de verla en uno de sus episodios
psicóticos, pude verla después de un tratamiento con haloperidol y apoyo psicológico
y familiar efectivos. En el momento de la entrevista se encontraba con un
afecto plano y características pueriles y conductas bizarras, con algo de desinhibidas.
Sin embargo, me pudo contar acerca de sus experiencias las cuales le causan
mucho dolor, cuando no tenía control alguno. Dejándome la enseñanza de que una identificación
y tratamiento temprano, adecuado y eficiente, pueden mejorar significativamente
la calidad de vida de las personas; que al fin y al cabo, a eso es a lo que nos
dedicamos siendo profesionales de la salud. Teniendo en cuenta que salud, habla
de bienestar físico, mental y emocional.
La otra era
una paciente previamente sana y sin antecedentes psiquiátricos, quien tras un
estado de estrés severo, presentó un episodio psicótico de tipo maneiforme. En
esta paciente si pude observar con más claridad qué es un episodio psicótico de
verdad. En un comienzo, el episodio que viví junto a mis compañeros de rotación
resultó muy impactante, pues la paciente relataba historias que parecían
graciosas para nosotros, pero que ella creía firmemente que eran su realidad, y
lo más importante en su vida durante ese momento. De los síntomas ya descritos en pacientes psicóticos,
la paciente presentaba ideas delirantes de
referencia y de grandeza, alucinaciones visuales y auditivas,
conductas inapropiadas y lenguaje desorganizado, pero coherente. Pude observar
su evolución durante casi un mes, mientras se encontraba hospitalizada en la
unidad psicosomática y en tratamiento con asenapina. Poco a poco fue evidente
su mejoría: al final de la hospitalización, la paciente reconocía que lo que había
vivido era algo “loco”, decía ella misma. Esto me permitió aprender que una
persona totalmente sana, sin ninguna otra enfermedad, puede llegar a presentar
un episodio tan severo en su vida diaria, que la lleve a reestructurar toda su
existencia y motivo para vivir. Además, que un tratamiento efectivo puede
mejorar o revertir completamente la experiencia vivida por la paciente.
Como conclusión,
esta patología puede llegar a ser muy frecuente en la población general en unos
cuantos años, y como se dijo anteriormente los síntomas pueden llegar a ser muy
atemorizantes y preocupantes para los pacientes. Es por esto que conocer estas
enfermedades es de suma importancia para la atención integral de los pacientes,
con el fin de mejorar su estilo de vida, y ayudarlos a vivir de manera más armónica.
Espero que
les haya servido este blog, juntos con mis experiencias. No se preocupen que esté
contándoles más, y ayudándoles a aprender PSIQUIATRÍA FOR DUMMIES!
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